Pranayama y sus efectos: Fisico-Mental-Espiritual


Efectos del pranayama

La llave del control orgánico

Los ejercicios de respiración son considerados con mucho respeto y admiración por los conocedores de estos principios, antiguamente reservados a unos pocos
iniciados. En la actualidad estos conocimientos considerados esotéricos o herméticos se están divulgando porque el espíritu de los tiempos ya lo permite,
puesto que la humanidad ya está preparada para recibirlos. Depende de nosotros cómo vamos a utilizar estos secretos de antaño y obtener con
ellos los resultados tan valiosos que  nos pueden proporcionar. El pranayama juega un papel muy importante. Lo que estamos   buscando no es solo la práctica de un ejercicio respiratorio sino el control de la energía vital, este control entendido como manejo adecuado del prana para obtener resultados positivos en
todos los aspectos de nuestro ser: lo físico, lo mental y lo espiritual. La orientación intencionada del Prana,
en el cuerpo, proporciona un incremento de la vitalidad, ayuda a la desintoxicación física y mejora las defensas inmunológicas, y ayuda también a alcanzar paz interior, relajación y claridad mental.

A continuación estudiaremos algunos efectos positivos de tipo físico del pranayama:

-Aumento de la energía corporal.
- Rejuvenecimiento de los tejidos.
- Prolongación de la juventud.
- Mayor salud y vitalidad.
- Purificación y vitalización de la sangre.
- Fortalecimiento de todos los órganos del cuerpo.
- Desarrollo de la capacidad pulmonar mejorando la absorción de oxigeno.
-Estimulo  las glándulas endocrinas.
- Equilibrio del sistema nervioso.
- Normalización de la presión sanguínea.
-Ayuda en los procesos y terapias de curación. Aumento de la resistencia a las infecciones.

Efectos Psíquicos:

    - Elimina el estrés, nerviosismo y depresión
    - Calma la mente y las emociones.
    - Proporciona equilibrio interior
    - Suelta y libera los bloqueos energéticos

 Efectos Espirituales:

   - La meditación se vuelve más profunda
   - Despierta y purifica los Chakras (centros de energía) .
Expande la conciencia
Cuando logramos un ritmo en la respiración, este proceso rítmico nos armoniza con el ritmo universal. Hay diversas maneras de lograr el ritmo respiratorio.  Los ejercicios específicos de respiración aumentan la absorción de oxígeno y favorecen la eliminación del dióxido de carbono del cuerpo, además de otras impurezas. Gradualmente, el cuerpo regresa a su estado de equilibrio natural al restablecerse el aporte de oxígeno. Las técnicas de respiración  llevan a un profundo equilibrio, tanto físico como psíquico.

Aprende a relajar tu estómago, tu corazón, tus intestinos...


Cuando vivimos una dificultad y sentimos una emoción negativa, como: preocupación, miedo, dolor, ira, etc., nuestros músculos tienden a contraerse de manera natural. Quizá contraemos la boca, o la frente, los hombros, los puños, el cuello... no sé... cada quien contrae diferentes grupos de músculos...
Y, aunque no nos demos cuenta, nuestros músculos internos e involuntarios como los músculos del estómago, los intestinos, el corazón o el útero también se contraen con las sensaciones desagradables. Lo malo es que no nos damos cuenta  inmediatamente y no podemos controlarlos, pero seguramente sabrás cuáles son los que tú contraes con mayor frecuencia si en general padeces gastritis, colitis, cólicos o problemas cardiacos... Estos padecimientos nos ayudan a identificar en qué órgano estamos concentrando nuestras emociones negativas...
En la respiración participa todo el cuerpo, nuestro estado de ánimo, nuestras emociones y pensamientos influyen sobre ella. Y viceversa: podemos influir en nuestro estado de ánimo con una respiración consciente.
Miremos qué pasa en el cuerpo cuando respiramos profundamente: el rítmico cambio entre inspiración y exhalación crea una vibración en el cuerpo. Al inspirar se expande el tórax y el diafragma baja hacia el abdomen. El diafragma es el músculo principal de la respiración y separa el tórax del abdomen. El diafragma al bajar hacia el abdomen masajea suavemente los órganos del abdomen y los empuja, por eso se expanden también el abdomen y la pelvis. El tórax expandido hace que el aire entre en los pulmones con facilidad y el flujo de sangre hacia el corazón se facilita. Al exhalar el diafragma y todas las paredes del cuerpo vuelven a su sitio y el aire sale de los pulmones. Cuando nos concentramos en la respiración podemos observar el movimiento respiratorio hasta los hombros y la nuca –expansión y soltar. Si el aliento puede fluir libremente, el cuerpo y todos sus tejidos se oxigenan, se alimentan bien, consiguiendo el vigor y la relajación adecuada.

La importancia del corazón en el pranayama.

El corazón es un órgano muy importante en el pranayama, ya que de el  sale la sangre por las arterias llevando la vitalidad a todas las células del organismo, de aquí pasa a los capilares que sirven de puente entre las arterias y las venas, a través de éstas la sangre regresa al corazón recogiendo todas las impurezas a su paso para que sean eliminadas en los pulmones mediante la exhalación.
Cuando la sangre venosa llega al corazón es impulsada hacia los pulmones, y aquí se purifica y vitaliza; la purificación tiene lugar al producirse las exhalaciones y la vitalización cuando inhalamos el aire, así la sangre se transforma de venosa o impura en arterial o vitalizada, este proceso se llama hematosis, la sangre es mandada nuevamente al corazón, el cual continúa su ciclo vital enviando la sangre por las arterias para alimentar a todas las células orgánicas.
La sangre se forma por la asimilación de las sustancias vitales de los alimentos que consumimos, pero se purifica y vitaliza gracias a la respiración. Es por ello la importancia de practicar ejercicios de respiración que nos ayuden a mantener este proceso natural funcionando en forma excelente; es decir si sólo respiramos en forma normal no es suficiente para purificar y vitalizar la sangre. La respiración es un proceso autónomo que puede ser voluntario también, con las respiraciones normales sólo mantenemos el organismo, con ejercicios adicionales obtenemos grandes beneficios no sólo en el nivel físico, sino mental y espiritual, como lo veremos en las próximas lecciones. En un período de 24 horas llegan a los pulmones alrededor de 17,000 litros de sangre, es un recorrido realmente asombroso y maravilloso. Si no respiramos profundamente entonces la sangre venosa al llegar a los pulmones no se purifica y no se carga de suficiente vitalidad, esto hace que la sangre esté maleada, y así prosigue su camino pero ahora no está cumpliendo plenamente con su misión, puesto que la sangre arterial que debería estar limpia y energetizada no lo está del todo y este proceso comienza a ocasionar disturbios en la fisiología del organismo, y así aparecen problemas de salud. Esta deficiencia de oxígeno en la sangre aunado a sustancias perturbadoras que no se han eliminado, ocasiona que se presenten todo tipo de malestares y debilitamiento en el funcionamiento orgánico, y además influye todo esto en los procesos mentales a través del sistema nervioso, el cual se nutre como todos los aparatos y sistemas del cuerpo de la energía de la sangre; si el sistema nervioso y el cerebro no reciben su provisión necesaria de oxígeno no pueden funcionar adecuadamente y comienza a manifestarse una debilidad o irritabilidad en los nervios, que el individuo sufre innecesariamente y lo afecta en su desarrollo personal y en su vida de relación con sus semejantes. A tal grado es este problema que si el sistema nervioso está funcionando mal, los procesos mentales son perturbados profundamente, se generan emociones negativas y pensamientos e ideas perturbadoras, que podrían evitarse si viviéramos más en armonía con las leyes naturales, cuidando la alimentación, la respiración, el ejercicio adecuado, el descanso y la higiene.

La respiración y el sistema nervioso.

La respiración, desde el punto de vista fisiológico, separa los dos dominios bien distintos que son, por una parte, la actividad orgánica inconsciente y refleja
y por otra parte la actividad voluntaria. Si bien es imposible dar órdenes directas al hígado, el estómago, al bazo, en cualquier momento es posible, en cambio, regular la respiración.
El sistema nervioso está dividido en dos partes: el sistema nervioso central S.N.C., que regula todos los movimientos conscientes, y el sistema nervioso autonómico que regula las funciones subconscientes. La respiración es un proceso autonómico, se realiza de una forma automática o subconsciente, pero de todos los procesos de este tipo es el más fácil de controlar de una forma consciente. El sistema nervioso autonómico está dividido en dos partes: el simpático y el parasimpático. El sistema simpático tiene que ver, entre otras cosas, con los procesos de estar alerta y en el parasimpático se dan estados de mayor paz y tranquilidad. La respiración profunda produce estados de calma y bienestar porque activa el sistema parasimpático que induce estados de bienestar y relajación. La respiración superficial y agitada activa el otro sistema que tiene que ver más con los estados de alerta y tensión. El aprender a desconectar el sistema de emergencia y pasar a otro más relajado es uno de los grandes beneficios de las técnicas de respiración.
Con lo anterior consideramos que es suficiente por ahora para tener una idea de la importancia de la respiración conciente y sus efectos físicos.

Recomendaciones:

* Durante el pranayama, debe de evitarse todo esfuerzo, nunca forzar la respiración e ir siempre poco a poco.

*La mente debe de estar muy atenta a todo lo que se hace, mantenerse en calma, en una postura confortable y con la columna vertebral recta.  

*En general, no se debe retener la respiración en exceso si se tiene la presión arterial alta.  Pero este consejo sólo se refiere a las retenciones forzadas del aire. Respirar completamente sin forzarse es bueno
para todo el mundo.    

LA RESPIRACION RITMICA FAVORECE EL RENDIMIENTO INTELECTUAL
En el hombre, su sistema nervioso tiene localizada sus raíces en el cerebro. La médula espinal es el tronco que desciende por la columna vertebral, mientras que los nervios fluyen desde el cerebro, internándose en la médula espinal y ramificándose por todo el cuerpo. La energía no es irradiada por el cuerpo si los nadis se encuentran atascados de impurezas. Si los nervios se enmarañan, resulta imposible permanecer estable, y si no se alcanza estabilidad, no es posible la práctica de pranayama. Si los nadis se hallan perturbados, no podemos descubrir nuestra propia naturaleza, ni la esencia de las cosas. Si los nervios se vienen abajo, también la mente se viene abajo. Si los nervios están tensos, también la mente lo está. A menos que la mente se halle relajada, receptiva y callada, no puede practicarse pranayama.En pranayama la atención se centra inicialmente en las dos fosas nasales, los conductos de los senos craneanos, el tórax, la columna vertebral y el diafragma, con lo que la inteligencia no puede verse desviada a las otras partes del cuerpo. 
Mediante la práctica  es posible que mejoren o se controlen las enfermedades.  
Cuando el sonido se mantiene de manera uniforme, el sistema nervioso se apacigua. Entonces, la respiración fluye, preparando al practicante para la meditación. Los ojos se mantienen cerrados, y la mente, concentrada en el sonido de la respiración; mientras los oídos escuchan el ritmo. El flujo y los matices de la respiración son regulados, refinados y amansados. Ha de mantenerse un sonido regular y continuo. 
El pranayama abarca un conjunto de técnicas respiratoriasque mejora la captación del oxigeno y la eliminación del dióxido de carbono que incrementa la energía vital. No debe de entenderse como un simple ejercicio respiratorio, pues sus efectos van mucho mas lejos creando balance entre las actividades interdependientes del cuerpo físico, la mente y la energía vital.La premisa básica en que se apoya el pranayama es que la respiración y la mente están íntimamente ligadas. El estado de una afecta directamente a la otra. La regularización de la respiración equilibra el prana y el prana estabilizado serena la mente.  
Respiración prana para ganar agilidad mental: Las exigencias del trabajo, la familia, la necesidad de atención de los hijos, las presiones y el hecho de tratar de mantener una estructura que parece desmoronarse, viven dando vueltas en la cabeza y llevan a que la mente se sobrecargue y empiece a rendir menos.
 ¿Qué nos sucede?
omo la mente es la facultad humana que nos permite pensar, sentir y actuar con un determinado propósito, tenemos que utilizarla y perfeccionarla para que no se devalúe. Al perder agilidad mental, la mente se estanca en parámetros básicos y no funciona si estos cambian. No solo rinde menos a la hora de concentrarnos en una explicación o una tarea, sino que comenzamos a olvidarnos de actividades que tenemos que hacer, citas o compromisos. Además, nuestro vocabulario se limita y tal vez no podemos encontrar determinadas palabras para expresarnos. Por otro lado, al querer abarcar varios temas a la vez, tardamos más en tomar decisiones importantes, encerrándonos en un círculo vicioso. 
La regularidad del ritmo respiratorio es un factor muy importante que ayuda a fijar la atención. El efecto del pensamiento en la respiración es evidente: ante shock emotivo la respiración se corta, aún antes de que el corazón haya comenzado a acelerarse. Al experimentar un sentimiento de profunda admiración, como ante un paisaje imponente, nuestra respiración se hace naturalmente lenta y profunda. Es un fenómeno que cada uno de nosotros puede advertir por sí mismo. Por el contrario, en la angustia, la respiración se acelera. También es un hecho la influencia de la respiración en el encadenamiento de los pensamientos, aunque este proceso no nos sea tan familiar como el anterior. Una respiración lenta y profunda puede calmar bastante rápidamente la agitación más desordenada. Por otro lado, la regularidad del ritmo respiratorio influye en la facultad de atención. Para comprender cómo se produce el fenómeno, observe esto: si está trabajando, y cerca de usted se produce un ruido regular al que está habituado, no le presta ninguna atención y puede continuar su trabajo sin percibirlo concientemente. Pero el ruido se hace irregular durante unos instantes, y pronto usted lo advierte y su atención se desvía del trabajo. Un caso similar es el de la persona que se despierta por la ausencia del ruido regular al cual está habituada. Volvamos al primer ejemplo. El ruido escuchado durante el trabajo puede ser comparado, por sus efectos, a un movimiento respiratorio. Porque del juego de los músculos toráxicos, del aire que contacta las mucosas, en la inspiración, nace un conjunto de excitaciones que se elevan hasta la consciencia y tienden a desviar el pensamiento de su objetivo. 
No hay que asombrarse, pues, por el hecho siguiente, que usted puede confirmar con una introspección paciente e imparcial: cuando la atención está fijada sobre el trabajo del pensamiento que el sujeto se ha dado voluntariamente, los pensamientos recurrentes, las distracciones, sobrevienen en ocasión de un cambio del ritmo respiratorio. Esto explica, quizá, que los sabios de Asia enseñen que los pensamientos entran y salen del hombre con el aliento. Así se comprende por qué se puede comparar el movimiento respiratorio con un ruido exterior. Ambos son una excitación exterior a nuestra consciencia. Si es un hecho que cuando el ruido es regular la atención se desvía menos, resulta evidente que la misma permanecerá tanto más fija en un pensamiento cuando la respiración sea más regular.
LA RESPIRACION RITMICA LIBERA EL PENSAMIENTO DE LAS CONTINGENCIAS ORGANICAS. 
Reumiendo: con la respiración rítmica el cerebro es mejor nutrido por sangre más rica y más abundante; se produce una disminución de las excitaciones fisiológicas (contracciones musculares, irregularidades respiratorias), que son las más aptas para influir sobre el curso de lospensamientos. 
Para ilustrar el principio con un ejemplo extremo, que muestra la importancia de la respiración rítmica, conviene señalar que en la guerra se comprobó que aquellos soldados que tenían un ritmo respiratorio más prolongado, resistieron impávidos antes escenas de horror que quebrantaron psíquicamente a otros. 
Podemos utilizar la técnica del pranayama para beneficiarnos también en este aspecto, hagamos uso de lo que tenemos ya que no necesitamos dinero ni demasiado tiempo para poder acceder a ello.


Pranayama y el Control Emocional

El PRANAYAMA  persigue un control consciente de las emociones, merced al control de la respiración. Las zonas del cerebro relacionadas con las emociones son el sistema límbico y el  hipotálamo - Éste último es también un regulador importante del sistema nervioso central.  
El sistema nervioso autónomo (SNA), es el quien regula el proceso de la respiración, por lo tanto, si influimos en la respiración, estamos influyendo también en el SNA, haciendo intervenir en el proceso de control a la corteza cerebral.  
El proceso normal es que al final de una inspiración, el reflejo originado en ciertos centros de la médula y de la protuberancia tienden a que se produzca una expiración.
Si por el contrario, se prolonga la inspiración más allá del límite normal,  como hacemos con el Pranayama, la corteza cerebral debe asumir entonces el control de la respiración; pasándose de un control involuntario y automático, a uno consciente y voluntario. Lo que sucede también cuando prolongamos la espiración más allá de lo normal.La técnica del pranayama estimula pues ciertas vías que conducen a la corteza cerebral. Vías que atraviesan zonas del cerebro - como el hipotálamo y el sistema límbico, -que están implicados en las emociones. Esto crea un canal de comunicación y control directo sobre nuestro estado emocional.  

RESPIRACIÓN Y EMOCIONES: Se ha descubierto la estrecha relación existente entre la respiración y los estados de la mente, al igual que siempre lo han sabido los buenos actores, que necesitan provocarse estados de ánimo muy diferentes y siempre inducidos.
Simplemente regulando la respiración. Que sea profunda, lenta y pausada, serena la mente y el cuerpo, produciendo ondas alfa con más facilidad si además cerramos los ojos. Lo que prueba el funcionamiento del
cerebro en un nivel menor de intensidad. 
Es decir, el pranayama no es solamente bueno para el cuerpo, para tener un estado más saludable, para regular determinadas funciones fisiológicas, sino también para entrar en otros planos mentales diferentes al que normalmente funcionamos. Es la puerta de acceso a una conciencia superior. 
Disminuir el ritmo respiratorio produce enormes cambios en el sistema cuerpo-mente. La persona normal respira unas 15 veces por minuto. Si descendemos a ocho veces, la glándula pituitaria comienza a funcionar óptimamente. Esta glándula regula a todas las demás para que se pueda asegurar un balance adecuado de hormonas, una de las claves de la buena salud.   Cuando se respira menos de cuatro veces por minuto, la glándula pineal comienza a segregar al máximo, con una tendencia a que se abran los canales psíquicos.

RESPIRACIÓN Y CONTROL EMOCIONAL

 El lenguaje de las emociones: Las emociones constituyen una de las facetas del ser humano más desconcertantes. Conocer qué son y como funcionan es el primer paso para alcanzar el autocontrol. La respiración consciente nos puede ayudar mucho a combatir los trastornos de estrés, nos ofrece apoyo y alivio para las dolencias físicas y para nuestras penas emocionales, y nos ayuda en el proceso de autoconocimiento y desarrollo personal.
Hay centenares de emociones, siendo las principales la ira, la tristeza, la alegría, el miedo, el amor, la sorpresa, la aversión y la vergüenza. Cada una de ellas se experimenta con múltiples matices y además en ocasiones se combinan varias para crear nuevas modalidades  Toda emoción supone reacciones físicas encadenadas que, si bien en un primer momento son normales y hasta necesarias, cuando se prolongan o tienen lugar de forma desproporcionada aumentan los niveles de toxicidad de nuestras células, pudiendo llegar a desencadenar enfermedades orgánica.  Cada emoción predispone al cuerpo a un tipo de respuesta

La ira: aumenta el flujo sanguíneo hacia las manos, el ritmo cardíaco y los niveles de aquellas hormonas que, como la adrenalina, generan la cantidad de energía necesaria para emprender acciones vigorosas.
La tristeza : tiene la finalidad de ayudarnos a asimilar una pérdida irreparable. Conlleva la disminución de la energía y el entusiasmo con el que acometemos habitualmente las actividades vitales y sociales, y un encierro que nos permite llorar la pérdida, evaluar sus consecuencias y planificar cómo actuaremos cuando retome la energía.
La alegría: aumenta la actividad del centro cerebral encargado de inhibir los sentimientos negativos. Crece el caudal de energía disponible y el organismo experimenta entusiasmo ante cualquier tarea.
El miedo: hace que se retire la sangre del rostro y de otras zonas del cuerpo para llevarla hasta la musculatura de las piernas. De esta forma contamos con el aporte de oxígeno necesario para emprender una posible huida. Al mismo tiempo, el cuerpo se paraliza durante fracciones de segundo que el cuerpo pensante emplea para calibrar la respuesta más adecuada, por ejemplo, esconderse. Las
conexiones nerviosas de los centros emocionales del cerebro desencadenan una respuesta hormonal que pone al organismo en estado de alerta general. Todo esto hace que aumente también el ritmo cardíaco y la presión arterial.
El amor, la ternura y la satisfacción sexual: activan el sistema nervioso parasimpático, que es el opuesto fisiológico de las respuestas "huida" o "lucha" , propias del miedo o la ira. La reacción parasimpática está ligada a la respuesta relajación. Conlleva un estado de calma y satisfacción que favorece la convivencia.
La sorpresa: produce un arqueo de las cejas que aumenta nuestro campo visual, favoreciendo la entrada de luz en la retina. De esta forma obtenemos información adicional
sobre el acontecimiento inesperado.
La aversión: produce una expresión facial universal: ladeo del labio superior y fruncimiento de la nariz. Son gestos
básicos necesarios para expulsar de la boca algo de sabor desagradable o evitar un olor molesto, y que se utiliza también metafóricamente para expresar desaprobación.

La respiración consciente nos puede ayudar mucho a combatir los trastornos de estrés, nos ofrece apoyo y alivio para las dolencias físicas y para nuestras penas emocionales, y nos ayuda en el proceso de auto conocimiento y desarrollo personal.  Todas las partes de nuestro cuerpo están conectadas. Si hay tensión o bloqueo en una parte las otras se ven alteradas también. Por ejemplo, si acumulamos tensión en los músculos de la
mandíbula inferior, también se tensionan el suelo pélvico y el diafragma. Si no podemos relajar bien los hombros, si hay tensión en las rodillas… La respiración está conectada y relacionada con todas las funciones del cuerpo, y además el estado físico, el anímico y el mental influyen mutuamente y tienen su manifestación en la respiración.
Una respiración pobre, corta y superficial nos puede llevar a la desmotivación, la depresión, etc. Una respiración rápida y corta nos puede llevar a la ansiedad, aumentar el estrés, la angustia y el agotamiento… Observa a alguien cuando está muy enojado u obsérvate a ti mismo. La respiración es agitada. Su sistema simpático está activo. Esa persona está preparada para defenderse o atacar. Está en una fuerte situación de estrés. ¿Qué puede hacer
entonces?  Cuando estamos sometidos a estrés o fuertes tensiones, quien toma el mando es el sistema nervioso simpático, quien nos prepara para cualquier situación de peligro o emergencia, haciéndonos permanecer en un
estado constante de alerta y provocando automáticamente una forma de respirar agitada y superficial. Si quieres seguir enojado, si la situación requiere su fuerza agresiva tendrás que seguir respirando de esa forma agitada, pero si quieres relajarte o hacer que se te pase el enfado, basta con que comiences a
rebajar tu ritmo respiratorio y hacer respiraciones profundas. ¿Qué ocurre cuando estás nervioso ante un examen o una prueba?. Si cerca hay alguien que sabe
te dirá: “respira profundamente varias veces”. Te lo dirá porque sabe que simplemente con eso te relajarás un poco. Pues si es tan bueno hacer eso en momentos de tensión, imagínate las consecuencias que tendrá respirar así continuamente. Sólo tienes que probarlo. Puedes hacerlo tú sólo.
Como somos todos seres de costumbre necesitamos un tiempo de entrenamiento para cambiar el hábito de respirar equivocadamente al hábito nuevo de la buena respiración. Una vez aprendida bien se puede practicar muy bien la respiración consciente, combinada con relajación o meditación.

El control de la respiración  El control del sistema respiratorio facilita la revitalización del cuerpo gracias al aumento de la capacidad pulmonar y a la oxigenación del torrente sanguíneo. Pero, además, el Pranayama, que significa respirar con el todo, favorece la atención, la concentración, la serenidad y el equilibrio físico y mental. Existe una relación entre el control de la respiración y el de las emociones como por ejemplo (la ansiedad está
relacionada con la respiración torácica), de tal forma que un cambio en el proceso respiratorio también permite interrumpir o controlar patrones de respuesta emocional no deseados.
La respiración es todo un mundo. Está estrechamente relacionada con nuestro estado de ánimo, con el tipo de ideas que predominan en nuestra mente en un momento dado, y con el estado de relajación y contractura muscular que mantenemos. Por ejemplo, podemos comprobar experimentalmente que cuando sentimos miedo, nuestra respiración es distinta que mientras estamos alegres; el miedo, la angustia, la impaciencia, etcétera, nos impiden respirar bien, con amplitud. Pero no es sólo esto. Quien adopta una actitud más o menos
permanente de miedo, la persona que no se atreve a enfrentarse con el mundo, que teme a la gente por creer que se reirán de él -miedo al ridículo-, por exagerado sentimiento de su debilidad, etc., y que debido a ello se aísla, tiene una inhalación de aire pequeña, restringida, inhibida, como su actitud psicológica. Por el contrario, la persona agresiva y lanzada presenta una respiración brusca y forzada con muchas retenciones interiores.
Cuando estamos concentrados con intensidad sobre algo, disminuimos nuestro ritmo respiratorio y la respiración se hace superficial; en los momentos de máxima concentración retenemos el aire dentro, sin respirar. Si nos preparamos para algo difícil, inhalamos e instintivamente guardamos el aire dentro unos segundos, tanto si se trata de un esfuerzo físico, como levantar un
objeto pesado, o de hacer algún esfuerzo violento, como tomar alguna determinación que requiera mucha energía o dominio de uno mismo, por ejemplo, al realizar una visita difícil en el momento de entrar o de llamar a la puerta. Entonces el acto instintivo de inhalar y retener el aire dentro unos momentos nos hace recobrar los ánimos y reunir la decisión necesaria.
Inhalar es recoger energía, acumularla; retener el aire dentro es reforzar la conciencia de nuestra fuerza interior; expulsar el aire es descargarse, vaciarse, aflojar energéticamente, quedando sin aire,
enteramente indefensos.

La respiración que serena el cuerpo y la mente 

Los buenos actores saben la importancia que tiene la respiración para inducirse estados emocionales determinados. Si tienen que motivarse un estado emocional agitado respiran de una manera y si necesitan actuar de una forma relajada y tranquila lo hacen de otra. Si respiramos de una forma serena y profunda no solamente tonificamos todo nuestro cuerpo sino que
también le aportamos paz y ayudamos a que esté más relajado. Si respiramos de una forma frenética y agitada nuestro cuerpo responderá así y tenderá a ponerse tenso.. Observa tu respiración cuando estás crispado, tenso o muy excitado sexualmente, verás como es más rápida y agitada de lo normal. Ahora dale la vuelta a esto: Si un tipo de estado emocional lleva implícito un tipo de
respiración, controlando conscientemente tu respiración controlarás tus estados emocionales.
Si la respiración afecta nuestro estado mental, emociones, concentración, niveles de estrés, y sueño. El aprender a respirar de la forma correcta nos hará sentirnos más sanos, calmados, y
preparados para afrontar situaciones estresantes. Además le hace a uno sentirse incluso mejor.
A pesar de todos los condicionantes culturales, en nuestro cuerpo todavía quedan reflejos de este conocimiento natural. ¿Qué
sucede cuando te enfrentas a una situación de miedo y de emergencia que te bloquea o ante la que no puedes hacer nada?  Instintivamente se contiene la respiración –me quedé sin respiración- es una cosa que se dice de estos casos. Está claro que respiración y emociones están muy unidas. Si te enfadas tiendes a respirar de una manera agitada y si estás en paz tiendes a respirar de otra manera más calmada.  En Oriente siempre han sido conscientes de
esto y han desarrollado una auténtica ciencia de saber respirar como método de relajarse, mantener la salud y la vitalidad y también de acceder a estados superiores de conciencia. A esta ciencia del yoga se le llama Pranayama.

Respiración Regular para Relajar la Mente: El aliento está intimamente conectado con la mente, controlando y relajando el aliento, influenciamos a la mente para que esta se calme. Inhala lentamente contando de uno a doce, manten la respiración por la misma cuenta, y luego exhala todavía con la misma cuenta. Esto es una ronda de “respiración regular.” Haz de seis a nueve rondas. Puede que quieras contar hasta más o hasta menos que doce, de acuerdo a lo que te resulta cómodo, pero mantén la inhalación, retención y exhalación iguales. Puedes practicar la reparación cuando te veas enfrentado a desbordes emocionales de cualquier índole.
 Practica de respiración purificadora: Esta es una forma de respirar preferida por los yoguis, cuando sienten la necesidad de limpiar y ventilar sus pulmones, la respiración purificadora, ventila y limpia los pulmones, nutre la  células vitaliza los órganos respiratorios y ayuda a conservar un buen estad de salud, los oradores y cantantes especialmente descubren que esta respiración es muy útil para aliviar la fatiga de los órganos respiratorios.

1 Inhalar una respiración completa (vea respiración completa en anteriores documentos)
2 Retener el aire durante algunos segundos.
3 Poner los labios en actitud de silbar,( sin hinchar las mejillas)y exhalar con bastante fuerza un poco de aire a través del orificio formado por los labios. Retener un momento el aire que queda almacenado y luego exhalarlo de a poco hasta acabar con el. Es necesario recordar que al exhalar el aire tiene que ser expulsado con bastante fuerza.
Se advertirá que esta clase de respiración, resulta muy reparadora cuando se está fatigado, y un simple ensayo bastará para que el lector se convenza de su eficacia. El interesado debe practicarlo hasta que consiga
realizarlo fluidamente y con naturalidad.